En una sociedad en la que el hecho de existir representa un problema, el caos y la mezquindad se han convertido en las principales señas de identidad del nuevo orden establecido por el Estado. El débil y el incauto son sometidos mediante la violencia física y verbal para satisfacer la ambición de unos pocos, mientras que la gran mayoría se debate entre la supervivencia y el abandono.

En medio de este contexto deshumanizado, la apacible vida de la familia de don Eusebio se verá alterada ante la llegada de un extraño.

El existencialismo y el naturalismo, acompañados del realismo mágico y de algunas pinceladas de terror, se dan la mano en esta inquietante obra en la que los sentimientos se debaten entre la entrega desinteresada hacia los demás y la devoción por los objetos, que parecen cobrar vida y disputarle el protagonismo al resto de los personajes.